El aprendizaje durante la etapa escolar obligatoria representa una fase fundamental para cada individuo. La educación en casa (homeschooling), aunque es una opción poco conocida, ofrece numerosos beneficios. Si se aborda con conciencia y preparación, puede transformarse en un viaje inolvidable para descubrir talentos, habilidades, valores y principios. Esta experiencia no se limita exclusivamente al ámbito educativo, sino que también se extiende al social y al espiritual.

Mi relación con el sistema educativo

A lo largo de los años, acompañando a mi hija en su trayectoria escolar, he identificado numerosos puntos débiles en el sistema educativo actual, algunos de los cuales me han parecido inaceptables. Desafortunadamente, pensando que no tenía alternativas, seguí pasivamente las costumbres, adhiriéndome a las reglas impuestas por el sistema sin cuestionarlas nunca.

Busqué soluciones alternativas para ofrecerle un ambiente escolar mejor y un método educativo más acorde con nuestra filosofía de vida. Sin embargo, las opciones disponibles resultaron ser demasiado costosas o estaban demasiado lejos de casa y, al final, no correspondían en absoluto a lo que imaginaba: un espacio libre y sereno donde cada niño pudiera desarrollar sus talentos, respetando sus tiempos y su personalidad.

Con resignación, tuve que tolerar a profesores carentes de empatía, incapaces de motivar y sin la vocación necesaria para un rol tan delicado e importante. Las reglas eran a menudo inconsistentes y perjudiciales, con escasa atención a las necesidades básicas de los estudiantes. Afortunadamente, hubo algunas excepciones: personas sensibles y "humanas" que hicieron la experiencia un poco más aceptable, pero reitero, se trataba solo de rarísimas excepciones.

Después de cambiar de país y mudarme a España en busca de una mejor calidad de vida, descubrí que el modelo escolar español era sustancialmente idéntico al italiano, si no incluso peor. Mientras tanto, mi hija estaba creciendo y, a pesar de obtener buenas calificaciones, su entusiasmo por el estudio estaba desapareciendo drásticamente.

 

 

Luego llegó la crisis de 2020, con el cierre de las escuelas y el confinamiento. Desde ese momento, mi hija, a la edad de 9 años, no volvió a la escuela, ni siquiera en el año escolar siguiente, ya que consideré que las nuevas medidas adoptadas por las instituciones escolares eran inadecuadas y perjudiciales para su salud física y mental.

Al principio, no fue fácil conciliar su presencia con mi rutina profesional. Trabajo desde casa desde hace varios años y he aprendido a gestionar el tiempo, pero dedicarme a la enseñanza de mi hija requirió un esfuerzo mayor y una reorganización completa. Tuve que reconstruir el calendario de mis actividades y reinventarme.

Después de unos meses, logramos encontrar un equilibrio aceptable. A pesar de las dificultades iniciales, aproveché la oportunidad para sacar lo mejor de mí: desarrollé habilidades de resiliencia, aceptación y amor por la enseñanza, además de fortalecer nuestra autoestima y la unión familiar.

¿Por qué dije SÍ a la educación en casa?

Dedicarme completamente a la educación de mi hija ha sido y sigue siendo una experiencia maravillosa. Día tras día, descubro sus intereses, habilidades y talentos. Me fascina observar la facilidad con la que comprende los conceptos, la pasión que infunde en sus actividades favoritas, su curiosidad y su deseo de saber.

También me doy cuenta de las lagunas que tiene en algunos ámbitos y materias; esto me sorprende, ya que no reflejan las buenas calificaciones que siempre ha recibido. Al investigar un poco, descubrí que en clase no recibía la atención necesaria para afrontar sus dificultades.

Al analizar los libros de texto, con gran consternación, me doy cuenta de que el programa propuesto es repetitivo e incoherente. Los mismos temas que está estudiando este año están presentes, idénticos, en los libros de años anteriores y posteriores. A menudo, mientras estudio con ella, encuentro información innecesaria, un exceso de fechas y nombres para memorizar. Además, no comparto la forma en que se abordan algunos temas, como la alimentación y la salud.

Así, paso a paso, decido introducir nuevos temas y materias que considero más útiles y alineadas con nuestras convicciones, eliminando al mismo tiempo lo que me parece superfluo y repetitivo.

Siendo principiante, busco información sobre los métodos más adecuados para la edad y la personalidad de mi hija. Así descubro la existencia de realidades y asociaciones en España dedicadas a la educación libre, a la educación en casa y al unschooling.

Me sumerjo por completo en este nuevo mundo y cada día aprendo algo nuevo. La web está repleta de recursos útiles, con una infinidad de aplicaciones, videos y explicaciones bien estructuradas. Además, empiezo a formar parte de una comunidad de familias que educan en casa, donde compartimos conocimientos y experiencias con muchas familias nuevas. Mi hija hace nuevos amigos, mientras que yo tengo la oportunidad de compartir mis vivencias y escuchar las historias y consejos de otros padres que han optado por la educación en casa antes que yo.


Comprendo que la libertad educativa es un requisito fundamental, perfectamente alineado con nuestros ideales. Julieta está encantada con la elección; se siente mucho más relajada, alejada de la presión de las calificaciones y de las obligaciones que debía enfrentar en la escuela.

Ahora estudia con mayor entusiasmo, ya que podemos dar prioridad a lo que más le gusta. Comprende rápidamente los conceptos y, con un ritmo sereno, logra completar en poco tiempo el programa que le propongo.

Pasamos mucho más tiempo juntas que antes, fortaleciendo nuestro vínculo día a día. Claro, no faltan discusiones, malentendidos y momentos de tensión, pero estos se convierten en valiosas oportunidades de aprendizaje, que nos llevan a reconocer nuestras debilidades, comprenderlas, aceptarlas y enfrentarlas con amor.

Con las nuevas familias que hemos conocido, nos reunimos cada semana y ella tiene la oportunidad de pasar tiempo con niños que le gustan, sin la obligación de estar en un grupo elegido para ella, como sucedía en la escuela.

Este es el camino correcto para nosotras, no tengo dudas.

El inicio de una gran aventura

No estoy aquí para proporcionar información sobre la educación en casa; considero que aún tengo poca experiencia para hacerlo. Sin embargo, para quienes estén interesados, hay una gran cantidad de recursos y materiales accesibles en línea que cubren diversos aspectos de este tema, lo que permite profundizar y conocer más sobre la educación en casa.

En cambio, me gustaría compartir mis reflexiones sobre esta elección educativa, que podría ser aún poco conocida. Es una decisión que requiere una profunda reflexión, una motivación fuerte y clara, y debe sentirse en lo más profundo; no se puede tomar a la ligera.

Cada familia es un universo en sí misma, por lo que mi invitación es a realizar un autoanálisis y a conocerse mejor a uno mismo antes de embarcarse en esta aventura.

Para mí, una educación adecuada debe comenzar con el conocimiento de uno mismo y del mundo que nos rodea, tanto a nivel material como espiritual. Debe enseñarnos a ser personas felices, a sentirnos completos y a ayudarnos a conectar con nuestra misión de vida en esta tierra, a encontrar nuestra vocación y a descubrir nuestros talentos.

El modelo educativo tradicional está muy lejos de todo esto, y es por eso que hay necesidad de empezar de cero y crear un nuevo enfoque educativo.

Recursos y Desafíos

He enfrentado muchas dificultades en la búsqueda de materiales y recursos adecuados a mi visión educativa y a la edad de mi hija, ya que la mayoría de ellos están dirigidos a adultos.

Algunas familias utilizan los libros de texto escolares, otras prefieren el material interactivo disponible en línea, mientras que otras no emplean nada y optan por el aprendizaje natural. Personalmente, considero que los libros son fundamentales para el aprendizaje: los usamos como base y referencia primaria, y luego profundizamos en los diversos temas con materiales adicionales, especialmente visuales. Donde es posible, también nos gusta dedicar tiempo a actividades manuales.

He descubierto algunas publicaciones interesantes para niños y adolescentes que me han impactado e inspirado; aprecio especialmente los textos que presentan los temas de manera simple y divertida, enriquecidos con imágenes. Sin embargo, se trata solo de algunos libros aislados; lo que falta es un recorrido educativo completo, bien estructurado y acompañado de ejercicios de repaso. Si dicho recorrido no existe, no queda otra opción que crearlo.

Línea Editorial para una Educación Consciente

Como muchos de ustedes saben, soy escritora y diseñadora de libros. Comencé este camino en 2014 sin objetivos particulares, dejándome guiar por la intuición y siguiendo el flujo de los acontecimientos, lo que me ha llevado a desarrollar un buen conocimiento del mercado editorial.

Nutro un fuerte deseo de crear una línea editorial específica para el mundo del Homeschooling. Hasta ahora, he realizado una agenda semanal y una serie de cuadernos con fichas de trabajo divididas por áreas.

 

 

Esto es solo el inicio de un sueño mucho más amplio y ambicioso. Me gustaría proporcionar a los niños las herramientas necesarias para descubrir la grandeza que llevan dentro, desarrollar el pensamiento crítico, educarse en las leyes universales y comprender que estamos aquí para vivir una experiencia irrepetible.

Nuestros hijos representan la esperanza para el mundo de mañana; es fundamental que aprendan desde pequeños a conocerse y a reconocer el gran potencial que poseen, en total libertad y en la serenidad del entorno familiar.

El Homeschooling ha sido para mí una gran revelación y, como yo, muchísimas familias han emprendido este mismo camino tras las experiencias del último año. Creo, y espero, que esto represente una clave de cambio para el sistema escolar tradicional, que ya es obsoleto, hacia alternativas libres y orientadas al verdadero beneficio del individuo.

Espero encontrar en el futuro personas interesadas en este proyecto editorial, listas para colaborar conmigo en la creación de materiales útiles para las familias que eligen educar a sus hijos en casa.